Powered By Blogger

lunes, 14 de enero de 2013

Fatalidad.

Finiquitó lo que se estaba aflorando en mi sino, el desembocar de infinidades de problemas se hace realidad con cada segundo que transcurre, sin ser los susodichos apremiados por la vida o la muerte. La falta de amor hacia mi ser, hizo que creara sigilosamente un mar de lagrimas inminente. En pos de mi sufrimiento está la inmaculada, sublime y taciturna tortura, una tortura que desollará mis más puros y mágicos sentimientos de amor oriundos de mi apasionado corazón.

Deserté de esa demencial idea de seguir por el camino profano y cruento, ese camino que iba pervirtiendo lentamente el umbral de mi alma. Debo de seguir sin más subterfugios, ya que la vehemencia de mi negligencia me ha costado las quiméricas venturas de mi vida.

En estos momentos solo puedo reflexionar de mi dantesco pasado, solo puedo ver las lágrimas que caen en este trémulo piso de madera, solo puedo mirar con desdén mis más pequeñas promesas plasmadas en el cielo. Todo lo siento incierto, inconstante, extraño. No quiero que mi vida sea prosaica, no quiero que mi desvivir esté en un placer efímero y vacío, no, yo quiero que mi vida esté llena de bonanza y beatitud, de dicha y felicidad, de sonrisas que ahonden la minúscula magia que en estos momento poseo.

Espero que en mi surja ese sacro estoicismo,ese que puede hacer de mi un barco que no naufrague en este caótico mar de problemas y desventuras.