Me siento frágil como una hoja que ha
de caer, me miran y ven lo fuerte que soy, pero la realidad yace en un corazón perverso
y condenado al exterminio.
Contemplo sus ojos rasgados que se
intimidad con mi mirada, sus labios en
el misterio del silencio que acaece en forma recíproca, es mirarnos de forma
infinita como si el espacio tiempo no existiera.
Me adentro en mis sentimientos efímeros,
para distraer mis demonios
¡Silencio!
Ando en silencio para divisar el
camino correspondiente, pero vivo en entelequias que se confunden con vanas
realidades, visito los jardines de Alicia, que bellos laberintos sin salidas, confusiones,
lamentos y desdichas.
Sonrió, Duele el alma más que el
cuerpo, de seguro volverá a ser indolente.
El mar de mis sueños esta en sequía a
causa del fulgor del sol, empero destino cruel que debe cambiar, recuerdo como
amaba volar y sentir como dos almas podían tocar las estrellas, era mágico,
sublime, casi perfecto, pero ahora yacen mis alas quebradas sin aliento y sin sentido.
Le extraño como se extrañan ciertas
cosas, como la noche y la luna distantes y caprichosas.
Me duele su silencio pero quizá fue
el mío una ofensa
y la espera de ser encontrada por aquel amor
yerto que destruyo mi ser, debo llegar a la cumbre encantada y enfrentar la ficción
de mi tristeza…
Dos almas
Dos miradas
Dos corazones
Dos soledades acompañadas en una implacable
vida
Aun me pregunto ¿cómo hemos llegado
tan lejos?
¿Porque su ser me persigue y me falta?